Dificultad de Minado, Como se Calcula...

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Años a tras la actividad Minera se podía hacer con una computadora sin embargo en la actualidad se necesita de gran conjuntos  industrial repletos de máquinas especializadas en la labor de minar, generando millones de operaciones por segundo para minar bitcoins.

 

Bitcoin tiene una dificultad  o complejidad de minería dinámica. Esencialmente supone que la complejidad de minería de un bloque en Bitcoin, no es constantemente igual. En ocasiones sube y en ocasiones baja (aunque al extenso plazo en la actualidad tiende al alza).

 

El concepto “dificultad” se emplea como una unidad de medida en el proceso de minería en criptomonedas, realizando alusión a cómo de difícil es hallar el hash del bloque.

 

En esta situación el hash debería llevar a cabo con las propiedades buscadas en dicha  blockchain. Cada bloque en la red se crea a un ritmo definido por el protocolo de la blockchain. Y este ritmo debería quedar, en el tamaño, de manera constante.

 

La dificultad de minado no es más que la estimación de cuánto esfuerzo implica minar bitcoins, siendo regulada aproximadamente cada 2 semanas según la tasa de hash con la que se cuente. Actualmente la dificultad de minado se encuentra en 24.4 T, según Coinwarz.

 

¿Por qué la dificultad de minado no es fija?

 

Una persona que tenga mucha potencia de cálculo (por ejemplo una cantidad enorme de ASIC, o descubriendo un nuevo mecanismo para hacer la operación más rápidamente) va a poder hallar el nonce bastante veloz, rompiendo la media de los 10 min que se busca. Allí es donde Bitcoin agregó uno de sus elementos más relevantes: el reajuste de la complejidad de minería.

 

Sin este reajuste, aquel minero minaría todos los bloques en poco tiempo, rompiendo la curva de emisión de bitcoins preestablecida en el modelo económico que subyace al protocolo de Bitcoin. O sea, en poco tiempo todos los bitcoins estarían minados. Para eludir esto el reajuste de minado entra en acción, realizando subir la dificultad del problema matemático buscado, y estabilizando otra vez la era de cada bloque a 10 min (de media).

 

Reajuste de complejidad de la minería en Bitcoin

 

El ajuste de la complejidad de minería es dependiente de la programación y los protocolos de manejo de cada blockchain y criptomonedas. Como ya hemos explicado, la complejidad de minería en Bitcoin debería permitir a los mineros solucionar y crear un nuevo bloque alrededor de cada 10 min. Y una vez que esta condición no se cumple, el nivel de complejidad se acomoda.

 

Este reajuste pasa de manera automática cada 2.016 bloques (aproximadamente cada 2 semanas). O sea, en todos los nodos de la red bitcoin ya existe una parte de código en su código fuente que fue preparado para esto. Por consiguiente, cada vez que se alcancen los 2.016 bloques minados, todos los nodos recalcularán dando como consecuencia un nuevo grado complejidad para la prueba de trabajo (PoW).

 

¿Cómo se establece la complejidad de minería en Bitcoin?

 

Primero que nada, es fundamental señalar que la complejidad de minado es plenamente sin dependencia del número de transacciones o del costo de las transacciones. Sin embargo sí que se correlaciona con el poder de hash de la red, y por ende, con el fin y la época de minado.

 

La fórmula para el cálculo de la complejidad es la siguiente:

 

complejidad = dificultad_1_target / current_target

 

Donde la finalidad (target) es un número de 256 bits. dificultad_1_target podría ser distinto para numerosas maneras de medir la complejidad. Comunmente, representa un hash donde los 32 bits iniciales son cero y lo demás es uno (esto se sabe como “dificultad de grupo” o “pdiff“). El protocolo Bitcoin representa fines como un tipo de punto flotante personalizado con exactitud reducida. Como consecuencia, los consumidores de Bitcoin constantemente se aproximan a la complejidad en funcionalidad de esto, que se sabe como “bdiff“.

 

Paralelamente, la red Bitcoin verifica la época real que se tardó en minar los últimos 2.016 bloques de la cadena y lo compara con 20.160 min. Este costo se debería a que como cada bloque debió ser minado en una época de 10 min, la era querido para minar los 2.016 bloques es de 20.160 min. Entonces, mediante dichos datos, se calcula la interacción entre el intervalo de tiempo real y el intervalo de tiempo querido. Llevando a cabo los ajustes que corresponden a la complejidad según los resultados logrados, sea que se necesite aumentarla o disminuirla.

 

¿Cómo se puede traducir la dificultad?

 

La complejidad en la blockchain juega un papel bastante fundamental. Antes que nada, regula la construcción y activación de la criptomoneda a un ritmo constante y establecido. En segundo sitio, posibilita conservar la época de producción de bloques de la criptomoneda de manera uniforme evitando inconvenientes de estabilidad y evitando probables fraudes. De dicha manera, una vez que el costo de una criptomoneda aumenta, los mineros son atraídos a unirse a la red, con lo cual se incrementa el poder de hash de la misma y la complejidad se adapta y aumenta. Por consiguiente, el ritmo de emisión de monedas permanece constante.

 

Adicional a esto, al haber una época enorme entre cada bloque, los mineros aportan una más grande estabilidad a la red, logrando revisar que todos los bloques cumplen con los requisitos.

 

Por consiguiente, está funcionalidad es fundamental debido a que asegura que los bloques sean causados a la rapidez predeterminada por el protocolo y la estabilidad de la red, permaneciendo resistente inclusive mientras más mineros se incorporen a la red y aumenten el poder de hash de la misma.

 


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